domingo, 27 de julio de 2014

ACTIVIDAD DE AUTOEVALUACION

  • ¿Qué se considera una fiebre de origen desconocido?
  • ¿Cuáles son las principales manifestaciones del síndrome febril?
  • ¿Qué aspectos deben ser caracterizados al palpar el pulso arterial?
  • ¿Cuáles son los pulsos que habitualmente se buscan en los pacientes?
  • ¿Cuál es la frecuencia respiratoria normal en adultos?
  • ¿Qué características tiene la respiración de Cheyne-Stokes?
  • ¿Cómo se determina la presión sistólica y la diastólica?
  • ¿Porqué conviene tomar la presión sistólica palpatoria antes que hacerlo por el método auscultatorio?
  • ¿Cuándo se puede considerar que una persona es hipertensa?
  • SEMIOLOGÍA DE LOS SIGNOS VITALES

    TEMA: Signos Vitales

    • Temperatura
    • Frecuencia Respiratoria
    • Pulso
    • Presión Arterial


    TEMPERATURA.


    El organismo en condiciones normales mantiene la temperatura corporal dentro de un rango estrecho, independientemente de las variaciones del medio ambiente. Normalmente la temperatura es un poco mayor en la tarde, cerca de las 20 horas, y más baja en la madrugada. Esta es una variación de tipo circadiano. La temperatura que se registra en la axila, oscila en el paciente sano entre 36,2ºC y 37ºC.
    Los sitios más frecuentemente usados para estos registros son la boca (bajo la lengua), las axilas, los pliegues inguinales y el recto. Entre ellos existen diferencias. Así, con respecto a la temperatura axilar, los registros en la boca y en el recto son un poco más altos (del orden de 0,3ºC a 0,5ºC).
    Lugar del registroLímite de lo normal
    Bocahasta 37,3 ºC
    Axilahasta 37,0 ºC
    Inglehasta 37 ºC
    Rectohasta 37,6 ºC
    Cualquier aumento por sobre los límites normales, se considera fiebre.
    Diferencias mayores de 1ºC entre la temperatura rectal y la axilar deben hacer plantear la posibilidad de un proceso inflamatorio a nivel de la pelvis (ej.: apendicitis, anexitis).
    El pulso sube 10 a 15 latidos por minuto por cada grado de fiebre sobre 37ºC. La respiración también se acelera. Cuando el pulso aumenta menos de lo que se espera, se habla de una bradicardia relativa (ej.: en infecciones por salmonellas, como la fiebre tifoidea).
    Los niños desarrollan temperaturas elevadas con más facilidad. En cambio, los ancianos y los pacientes con insuficiencia renal, pueden no presentar fiebre a pesar de estar con un cuadro infeccioso.
    La temperatura se registra con termómetros que usan las propiedades expansivas del mercurio con el calor, o de tipo electrónicos. Los de mercurio son los más usados. Es importante que la punta del instrumento tenga buen contacto con la piel o las mucosas y es necesario esperar unos tres a ocho minutos antes de efectuar la lectura.
    Se considera que una persona presenta:
    • un estado subfebril: cuando la temperatura oscila entre 37 y 37,5 ºC.
    • hipotermia: cuando la temperatura es menor de 35,0ºC.
    • hipertermia: cuando la temperatura es mayor de 41ºC.
    Síndrome febril: es un conjunto de síntomas y signos (a diferencia de tener solamente tener la temperatura elevada), destacando: malestar general, dolores en el cuerpo (mialgias), anorexia y cefalea. Al examen físico se detecta una temperatura elevada, piel más caliente, facie febril (ojos brillosos, mejillas eritematosas), taquicardia, taquipnea, postración. El paciente puede estar algo sudoroso y presentar la orina más oscura, más concentrada.
    No siempre una temperatura elevada se asocia a un síndrome febril. Esto hace que algunas temperaturas sean mejor toleradas que otras. Esto puede tener relación con la causa por la cual la temperatura está elevada.
    Condiciones clínicas que se asocian a temperaturas elevadas. La causa de base puede ser bastante diferente. En lo fundamental, destacan:
    • infecciones: son las más frecuentes y, en general, se presentan con los malestares propios del síndrome febril.
    • enfermedades neoplásicas: linfomas, leucemias, carcinoma de células renales, etc.
    • enfermedades inmunológicas y del colágeno: lupus eritematoso, vasculitis, fiebre por drogas, etc.
    Se han descrito varios tipos de curvas febriles según las variaciones que presente la temperatura durante el día o a lo largo del tiempo. Es frecuente que estas evoluciones estén interferidas por acción de antipiréticos y tratamientos.
    • Curvas febriles: se refiere a la evolución de la temperatura en el tiempo. Según esto, se distingue:





    • Curva héctica o séptica: se caracteriza por “pick” febriles que pueden sobrepasar los 39ºC y generalmente, son antecedidos por calofríos. Es frecuente que cuando la temperatura baja se produzca una gran sudoración (diaforesis), especialmente si se han usado antipiréticos.
    • Fiebre intermitente: cuando la temperatura sube en el día, pero luego desciende a niveles normales.
    • Fiebre remitente: cuando la temperatura oscila durante el día, pero no alcanza niveles normales. Si las variaciones son menores de 1 ºC se llamaría fiebre continua.
    • Fiebre recurrente: cuando se presenta fiebre durante algunos días y luego la temperatura se normaliza para volver a elevarse unos días después.
    • Fiebre de origen desconocido: se usa este término cuando una persona evoluciona con fiebre importante durante más de 2 a 3 semanas y no se encuentra la causa a pesar de un estudio bastante extenso. Estas situaciones obligan a considerar diagnósticos que puede evolucionar con fiebre por tiempos prolongados o considerar infecciones por gérmenes difíciles de aislar.
    • Fiebre facticia: se considera cuando la persona simula estar con fiebre y engaña al médico o su familia. Habitualmente detrás de esta actitud existe alguna intención secundaria (ej., conseguir una licencia médica) o un trastorno de personalidad. El médico debe saber cuándo considerar esta posibilidad, y, a veces, tomar él mismo la temperatura o delegar en personal de confianza.
    Glosario: síndrome febril, fiebre héctica, fiebre de origen desconocido, fiebre facticia, hipertermia, hipotermia, evolución subfebril, diaforesis, bradicardia relativa.


    RESPIRACIÓN.

    En esta parte del examen físico interesa fijarse en la forma como la persona respira.
    Cuando se cuenta la frecuencia respiratoria, conviene que el paciente no se percate. Para esto, se simula estar tomando el pulso, pero en realidad se está observando la respiración.
    Normalmente la espiración es un poco más prolongada que la inspiración (relación inspiración : espiración = 5 : 6).


    Frecuencia respiratoria:

    • frecuencia respiratoria normal, en adultos: 12 a 20 respiraciones por minuto. Los recién nacidos y los niños presentan frecuencias respiratorias más elevadas.
    • taquipnea: sobre 20 respiraciones por minuto (en adultos).
    • bradipnea: menos de 12 respiraciones por minuto (en adultos).
    Características de la respiración normal. En la inspiración, entra aire a los pulmones (al expandirse el tórax y bajar el diafragma), y en la espiración, sale el aire (al volver el tórax a su posición inicial y subir el diafragma). Al bajar el diafragma durante la espiración, comprime las vísceras abdominales y el abdomen tiende a protruir. Lo habitual es que al mirar cómo una persona respira, se note que su tórax se expande y que su abdomen protruye un poco (respiración costo abdominal). En algunas circunstancias, como ocurre en mujeres embarazadas o pacientes con ascitis, puede ser más notoria la expansión del tórax (respiración de predominio costal); en cambio, una persona que tenga dolor en el tórax, podría presentar una respiración de predominio abdominal.

    Alteraciones de la respiración:

    • respiración paradójica. Es manifestación de una insuficiencia respiratoria, con fatiga muscular e incapacidad del diafragma para contraerse. En estos casos, el paciente respira ayudándose con la musculatura intercostal y los músculos respiratorios accesorios. El accionar del diafragma se nota mejor estando el paciente en decúbito dorsal y poniendo una mano sobre su abdomen: si el diafragma está funcionando, el abdomen protruye; si el diafragma no se está contrayendo, el abdomen se hunde (al ser arrastrado el diafragma hacia arriba por la presión negativa que se genera en el interior del tórax).
    • obstrucción bronquial difusa. Los pacientes presentan una espiración prolongada debido a una obstrucción difusa de las vías aéreas (bronquios pequeños y medianos). También se tiende a atrapar aire en el tórax, el cual se aprecia hiperinsuflado. Pacientes con crisis asmáticas o limitación crónica del flujo aéreo presentan esta condición.
    • obstrucción de la vía aérea alta (laringe, cuerdas vocales, tráquea). La inspiración se efectúa con dificultad por la resistencia al paso del aire. Se produce una presión intratorácica negativa aumentada y esto lleva a una retracción de los espacios supraclaviculares, intercostales y subcostales. Este fenómeno se conoce comotiraje. También se produce un ruido audible a distancia al entrar el aire con dificultad y esto se conoce comocornaje estridor.

    Otros aspectos que conviene observar en relación a la respiración:

    • cianosis en los labios o en la lengua (como signo de hipoxemia generalizada)
    • hipocratismo digital, acropaquia o dedos en palillo de tambor (ya se presentó en la sección de anexos de la piel)
    • aleteo nasal: es más notorio en niños con insuficiencia respiratoria
    • si el paciente mantiene sus labios fruncidos durante la espiración para aumentar la presión intratorácica y evitar el colapso de la vía respiratoria fina (ej.: en enfisematosos).

    Tipos de respiración:

    • hiperpnea hiperventilación. Se caracteriza porque la amplitud y la frecuencia están aumentadas.
    • respiración de Kussmaul. Es una forma de hiperventilación acentuada que se da en pacientes con acidosis metabólica (ej.: cetoacidosis diabética, insuficiencia renal crónica descompensada).
    • respiración de Cheyne-Stokes. Se caracteriza porque después de apneas de 20 a 30 segundos de duración, la amplitud de la respiración va aumentando progresivamente y, después de llegar a un máximo, disminuye hasta llegar a un nuevo período de apnea. Esta secuencia se repite sucesivamente. Se observa en insuficiencia cardiaca y algunas lesiones del sistema nervioso central.
    • respiración de Biot. Respiración que mantiene alguna ritmicidad, pero interrumpida por períodos de apnea. Cuando la alteración es más extrema, comprometiendo la ritmicidad y la amplitud, se llama respiración atáxica. Ambas formas se observan en lesiones graves del sistema nervioso central.





    Glosario: taquipnea, bradipnea, respiración paradójica, tiraje, cornaje o estridor, acropaquia o hipocratismo digital, hiperpnea, respiración de Kussmaul, respiración de Cheyne-Stokes.

    PULSO ARTERIAL.

    En esta sección se presentan aspectos del pulso arterial solamente, ya que el pulso venoso se verá más adelante, en el examen del cuello.
    El pulso arterial depende de las contracciones del ventrículo izquierdo, la cantidad de sangre que es eyectada en cada sístole, la frecuencia y ritmicidad con que ocurre, y la onda de presión que se produce a través del sistema arterial que depende también de la distensibilidad de la aorta y de las principales arterias, y de la resistencia arteriolar periférica.
    El pulso normal se palpa como una onda, con una fase ascendente y otra descendente. Normalmente tiene una amplitud que permite palparlo fácilmente y una ritmicidad regular.
    El pulso arterial se puede palpar en distintas partes del cuerpo. Los más buscados son los siguientes:
    • pulso carotídeo. Se busca en el recorrido de las arterias carótidas, medial al borde anterior del músculo esternocleidomastoídeo. En las personas mayores no conviene presionar mucho sobre la arteria, ni masajearla, por el riesgo que pueda desprenderse una placa de ateroma.
    • pulso axilar. Se palpa profundo en la fosa de la axila, por detrás del borde posterior del músculo pectoral mayor.
    • pulso braquial. Se palpa sobre la cara anterior del pliegue el codo, hacia medial. Se conoce también como pulso humeral.
    • pulso radial. Se palpa en la cara anterior y lateral de las muñecas, entre el tendón del músculo flexor radial del carpo y la apófisis estiloide del radio.
    • pulso femoral. Se palpa bajo el pliegue inguinal, hacia medial.
    • pulso poplíteo. Se palpa en la cara posterior de las rodillas, ya sea estando el paciente en decúbito dorsal o prono. Puede convenir efectuar una palpación bimanual.
    • pulso pedio. Se palpa en el dorso de los pies, lateral al tendón extensor del ortejo mayor. Una palpación transversal a la dirección de la arteria, con dos o tres dedos, puede facilitar ubicar el pulso
    • pulso tibial posterior Se palpa detrás de los maléolos internos de cada tobillo.
    Pulso Poplíteo
    Pulso Pedio
    Pulso Tibial Posterior
    En la práctica clínica, el pulso radial es el que más se palpa para identificar las características del pulso. En algunos casos, especialmente si la presión arterial está baja, se recurre a buscar el latido en otros pulsos, como el carotídeo o el femoral.
    Cuando se palpa el pulso arterial, se deben precisar los siguientes aspectos:
    • la forma de la onda del pulso, con su fase ascendente y descendente. Ocasionalmente se puede palpar alguna escotadura en alguna de estas fases (p.ej., en el pulso dícroto, en la fiebre tifoidea, de palpa una escotadura en la fase descendente).


    • la amplitud de la onda del pulso, desde su comienzo hasta el máximo. Puede estar: 
      - normal 
      - aumentada (p.ej., el pulso céler de la insuficiencia aórtica) 
      - disminuida (p.ej., en la estenosis aórtica)


      También es conveniente fijarse en la velocidad de ascenso del pulso que puede ser: 
      - rápida (p.ej., en el pulso céler de la insuficiencia aórtica) 
      - lenta (p.ej., en la estenosis aórtica, se describe un pulso parvus, por su poca amplitud, y tardus, por su ascenso lento).
    • la frecuencia de los latidos. Puede ser: 
      - normal: entre 60 y 85 latidos por minuto (lpm) 
      - taquicardia: > 90 lpm 
      - bradicardia: < 60 lpm


    • la ritmicidad, se refiere a si la secuencia de los latidos es regular o irregular. Si es irregular, constituye unaarritmia. Lo normal es que el pulso sea regular y cada uno de los latidos tenga la misma distancia respecto al anterior, con pequeñas variaciones que se producen con la respiración.

    TIPOS DE PULSOS ARTERIALES:

    • pulso bigeminado. Se caracteriza porque se palpan secuencias de dos latidos, el primero normal, y el segundo de menor amplitud (habitualmente el segundo latido corresponde a un extrasístole).
    • pulso céler. Es un pulso amplio, de ascenso y descenso rápido. Se encuentra principalmente en insuficiencias de la válvula aórtica, de magnitud importante. Una maniobra que sirve para reconocer esta condición es levantar el antebrazo del paciente sobre el nivel del corazón, palpando el antebrazo, cerca de la muñeca, con todos los dedos de la mano: el pulso se hace aún más notorio (pulso en “martillo de agua”; pulso de Corrigan).
    • pulso dícroto. Se caracteriza por una pequeña onda en la fase descendente. Se ha descrito en cuadros de fiebre tifoidea, pero, en la práctica clínica, es casi imposible de palpar.
    • pulso filiforme. Es un pulso rápido, débil, de poca amplitud. Se encuentra en pacientes con hipotensión arterial, deshidratados, o en colapso circulatorio (shock).
    • arritmia completa. Es un pulso irregular en todo sentido, tanto en la frecuencia como en la amplitud. La causa más frecuente es fibrilación auricular.
    • arritmia respiratoria. Se caracteriza por un aumento de la frecuencia cardiaca durante la inspiración. Es más frecuente de encontrar en personas jóvenes y se considera un fenómeno normal. Arritmia Completa
    • pulso paradójico. Corresponde a una disminución del pulso arterial durante la inspiración junto con una ingurgitación de las venas yugulares. Se puede captar palpando el pulso radial mientras el paciente efectúa una inspiración profunda (el pulso se palpa en ese momento más débil) o usando un esfigmomanómetro (es significativo si ocurre una disminución de la presión sistólica sobre 10 mm de Hg o sobre el 10% del valor habitual). Esta situación se encuentra en taponamientos cardíacos por derrames pleurales de gran cantidad o pericarditis constrictiva (ambas condiciones limitan la capacidad de expandirse del corazón), un enfisema importante o embolías pulmonares masivas.
    • pulso parvus et tardus. Lo de “parvus” se refiere a que es de poca amplitud, y “tardus”, que el ascenso es lento. Se encuentra en estenosis aórticas muy cerradas (es una condición bastante difícil de captar)
    • pulso alternante: Se caracteriza porque se aprecia una secuencia de un pulso de amplitud normal, seguido por otro de menor amplitud, en el contexto de un ritmo regular. Se ve en insuficiencias cardíacas muy avanzadas

    Arritmia Completa

    Representación gráfica de los pulsos:

    Para presentar en forma resumida el resultado del examen de los distintos pulsos, en lo que se refiere a su amplitud, se recurre a un dibujo esquemático de la figura humana o un esquema lineal. La escala usada es la siguiente:
    No se palpan(-)
    Se palpan disminuidos(+)
    Se palpan normales(++)
    Se palpan aumentados(+++)
    Se palpan muy aumentados(++++)

    Representación de los pulsos en un paciente que tiene mala circulación en la pierna izquierda:

    Mediante un esquema:
    Pulso carotídeoPulso BraquialPulso RadialPulso FemoralPulso PoplíteoPulso Tibial PosteriorPulso Pedio
    Derecha++++++++++++++
    Izquierda+++++++++(-)(-)
    Con un dibujo:

    Auscultación de los pulsos:

    Algunos pulsos conviene auscultar por la posibilidad de encontrar soplos debidos a turbulencias que se generan en relación a estenosis de la arteria.
    En la región del cuello, sobre el recorrido de las arterias carótidas, se pueden auscultar dos tipos de soplos. En la base del cuello, se auscultan aquellos soplos que se irradian desde la válvula aórtica del corazón. Por debajo del ángulo de la mandíbula, donde la carótida se bifurca en su rama interna y externa, se pueden auscultar soplos debidos a estenosis de las arterias. Si los soplos son intensos, a veces esta distinción no es tan clara.
    Otros soplos que se pueden auscultar son: por estenosis de arterias renales: en el epigastrio, al lado de la línea media. A veces en el epigastrio se ausculta un soplo que viene irradiado del corazón. -por estenosis de arterias iliacas: en las fosas iliaca -por estenosis de arterias femorales: en regiones inguinales o bajo el ligamento inguinal.

     PRESIÓN ARTERIAL

    La presión arterial representa la presión ejercida por la sangre contra la pared de las arterias. Depende de los siguientes factores:
    1. Débito sistólico (volumen de eyección del ventrículo izquierdo )
    2. Distensibilidad de la aorta y de las grandes arterias.
    3. Resistencia vascular periférica, especialmente a nivel arteriolar, que es controlada por el sistema nervioso autonómico.
    4. Volemia (volumen de sangre dentro del sistema arterial).
    Se distingue una presión sistólica y otra diastólica. La presión sistólica es la presión máxima que se alcanza en el sístole. Esta depende fundamentalmente del débito sistólico, la volemia y la distensibilidad de la aorta y las grandes arterias. La presión diastólica es la mínima presión de la sangre contra las arterias y ocurre durante el diástole. Depende fundamentalmente de la resistencia vascular periférica.
    La presión de pulso es la diferencia entre la presión sistólica y la diastólica.
    La presión arterial varía en las personas a lo largo de las 24 horas. Los factores que influyen son las emociones, la actividad física, la presencia de dolor, estimulantes como el café, tabaco, algunas drogas, etc.
    Medición de la presión arterial. Habitualmente se efectúa con un esfigmomanómetro. Los más usados con los de mercurio y los de tipo aneroide. Constan de un sistema para ejercer presión alrededor del brazo y una escala que permite conocer la presión.
    Los esfigmomanómetros de mercurio son más confiables en su calibración. Los aneroides, que registran la presión mediante un reloj, son más livianos y fáciles de transportar, pero con el tiempo se pueden descalibrar.

    La presión arterial conviene medirla en el brazo, estando el paciente sentado o acostado, cómodo y relajado. Debe haber descansado unos 5 minutos y no haber consumido café o haber fumado en los 30 minutos anteriores. Habitualmente la medición se efectúa al final del examen físico, momento en que el paciente debiera estar más relajado. Si se sospecha que puede existir una diferencia en la medición de uno y otro lado, conviene efectuar la medición en ambos brazos (ej.: en vasculitis o ateromatosis de grandes arterias). Frente a la posibilidad deortostatismo (cuando la presión baja al ponerse la persona de pie), la medición se debe efectuar estando el paciente acostado y luego de pie (o sentado, con los pies colgando). En algunos casos, es útil medir la presión tanto en las extremidades superiores como en las inferiores. Normalmente la presión en las piernas es un poco mayor que en los brazos, pero en cuadros de coartación de la aorta o en ateromatosis muy avanzadas, la presión es menor en las piernas. El manguito se aplica en la mitad del brazo (el borde inferior queda unos 2 a 3 cm sobre el pliegue cubital). Debe quedar bien aplicado y no suelto (ya que esto último favorecería lecturas falsamente elevadas). El brazo debe estar desnudo, sin ropas que interfieran la colocación del manguito. Conviene que el brazo esté apoyado sobre una mesa o que cuelgue relajado al lado del cuerpo. La bolsa de goma debe quedar ubicada de tal forma que justo la mitad de ella esté sobre la arteria braquial. Además, el manguito debe quedar a la altura del corazón. Si se ubica más abajo, se registran presiones falsamente elevadas (estos errores ocurren con más frecuencia cuando se usan manómetros digitales que comprimen la muñeca y no se tiene el cuidado que el manguito esté a la altura del corazón durante la medición). 



    Presión sistólica (mediante el método palpatorio): Se infla el manguito mientras se palpa el pulso radial. Al desaparecer el pulso, se infla un poco más y luego de desinfla el manguito lentamente. La presión en que nuevamente se vuelve a palpar el pulso, corresponde a la presión sistólica (por método palpatorio).

    Este es un buen método para ubicar a qué nivel está la presión sistólica, sin tener que inflar el manguito más de los necesario.
    Registro de la Presión Arterial:
    Colación del manguito
    Esquema: Manometro de Presión
    Presión sistólica (mediante el método auscultatorio): Se infla nuevamente el manguito, pero en esta ocasión se ubica la cápsula del estetoscopio en el pliegue del antebrazo, sobre el lugar donde se palpa el pulso braquial. Se infla el manguito hasta un poco más arriba de la presión sistólica obtenida por el método palpatorio y luego se desinfla lentamente. La presión en que se comienza es escuchar un ruido relacionado con los latidos del corazón corresponde a la presión sistólica obtenida por el método auscultatorio.

    Tanto el registro obtenido por el método palpatorio como por el auscultatorio deben ser parecidos. De no ser así, se registra como presión sistólica, el valor más elevado.
    Presión diastólica: Después de identificar la presión sistólica auscultatoria, se sigue desinflando el manguito hasta que desaparecen los ruidos. Este momento corresponde a la presión diastólica. En ocasiones, primero los ruidos se atenúan y luego desaparecen. En general se considera como la presión diastólica el momento en que los ruidos desaparecen. Si ocurre que los ruidos se atenúan, pero nunca se dejan de escuchar, incluso con el manguito desinflado, la presión diastólica corresponde al momento en que los ruidos se atenuaron. En ocasiones se dejan registrados ambos momentos: cuando se atenúan los ruidos y cuando desaparecen.
    La presión arterial se expresa con la presión sistólica y la diastólica. Por ejemplo, una presión de 120/80 mm de Hg, significa que la sistólica es de 120 mm Hg y la diastólica de 80 mm Hg. Además del registro numérico, se debe especificar en qué parte del cuerpo se tomó la presión y en qué posición estaba el paciente. Un registro de 120/80/70 mm Hg significaría que a los 80 mm Hg los ruidos se atenuaron y que a los 70 mm Hg se dejaron de escuchar, siendo este último valor la presión diastólica.

    Agujero auscultatorio de Korotkoff.

    Cuando se toma la presión con el método auscultatorio puede ocurrir que después de haber escuchado el primer ruido pulsátil (presión sistólica), se presenta una fase de silencio y luego los ruidos reaparecen para finalmente disminuir y desaparecer definitivamente (presión diastólica). Ese período de silencio se llama el agujero auscultatorio de Korotkoff. La existencia de este fenómeno hace aconsejable haber determinado primero la presión sistólica con el método palpatorio, ya que podría ocurrir que si sólo se usa el método auscultatorio y no se sube suficientemente la presión del manguito, se puede tomar como la presión sistólica el momento que viene a continuación del agujero auscultatorio de Korotkoff y haber errado la verdadera presión sistólica.
    Si se mide la presión directamente con el método auscultatorio, sin efectuar primero el procedimiento palpatorio, podría ocurrir:
    • que el manguito se infle más que lo necesario con la consecuente molestia para el paciente
    • que se registre mal la presión sistólica en el caso que no se hubiera inflado suficientemente el
    manguito y se hubiera caído en el agujero auscultatorio de Korotkoff. A pesar de las consideraciones anteriores, especialmente en personas que muy posiblemente tienen la presión arterial normal, puede bastar efectuar solamente el método auscultatorio y quedarse tranquilo si la identificación de los ruidos es clara.
    Relación entre el tamaño del manguito y el brazo. Debe haber una adecuada relación entre el tamaño del manguito y el brazo (o el segmento de la extremidad en dónde se está efectuando el registro). Por lo tanto, en las personas obesas se debe usar un manguito de mayor tamaño (de no ser así, se van a registrar presiones falsamente elevadas). Del mismo modo, en niños se debe disponer de manguitos más pequeños.

    Valores normales de la presión arterial:

    Presión sistólica: entre 100 y 140 mm de Hg (lo ideal sería tener una presión sistólica que no superara los 120 mm Hg, o, a los más, los 130 mm Hg). Presión diastólica: entre 60 y 90 mm de Hg (lo ideal sería tener una presión diastólica por debajo de los 90 mm Hg).
    Se considera que un paciente está comenzando a ser hipertenso cuando su registro es igual o mayor de 140/90 mm de Hg. Algunas personas, especialmente mujeres jóvenes, tienen presiones que normalmente son bajas (100/60 mm Hg o incluso menos). En otras situaciones, la presión baja es una manifestación de shock o colapso circulatorio, pero en estos casos, se presentan signos de mala perfusión tisular (compromiso de conciencia, extremidades frías, diuresis escasa).
    Cuando existe una arritmia acentuada, como en la fibrilación auricular, la determinación de la presión arterial es un poco más difícil. En estos casos, conviene desinflar el manguito lentamente y, si es necesario, repetir la medición para ver cuán consistentes son los valores obtenidos. En una fibrilación auricular, los manómetros digitales automáticos pueden registrar valores errados.
    Glosario: presión de pulso, presión sistólica palpatoria, presión sistólica auscultatoria, agujero auscultatorio de Korotkoff.


    · Enlaces o links a páginas fundamentadas.
    http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=273825390009
    http://escuela.med.puc.cl/Publ/ManualSemiologia/
    http://med.unne.edu.ar/catedras/medicinai/semioclas/signos_vitales.pdf

    DESCRIPCIÓN DE LA ASIGNATURA

    Semiología clínica

    En Medicina, la Semiología clínica es el cuerpo de conocimientos que se ocupa de la identificación de las diversas manifestaciones patológicas (síntomas y signo) o datos, de cómo buscarlos (semiotecnia), como reunirlos en síndromes y cómo interpretarlos (clínica semiológica o propedéutica). El método de trabajo o procedimientos desarrollados para la obtención de los datos (fundamentalmente el interrogatorio y el examen físico del paciente) se conoce como método clínico
    Es el arte y ciencia del diagnóstico.
    Al ser una ciencia humanista, aplica una mirada biológica, psicológica, social y ética de los problemas en el marco de la relación médico-paciente. Permite al médico no sólo orientarse en el diagnóstico, sino tener una apreciación pronostica y plantear las líneas generales del tratamiento
    El contexto de su aplicación es la consulta médica. La ciencia semiológica en medicina es aplicada en las distintas especialidades tanto clínicas como quirúrgicas. 
    El instrumento de registro de la semiología clínica es la historia clínica.

    FORO DEBATE

    http://200.105.203.75/ppegess/mod/forum/view.php?id=1835

    Los días Lunes y Jueves a horas 19:30